Hace unos días llegó a Aleris un paquete que no dejé disfrutar a quien lo recibía, y desde entonces he tenido secuestrado para leer dos veces. Es el nuevo libro de Julio Basulto y Juanjo Cáceres: «Dieta y cáncer: qué puede y qué no puede hacer tu alimentación», con la colaboración de Carlos González. En resumen: un libro que tenía que ser escrito.
Quizá te decepciona
En un mundo donde dieta y cáncer tienen 42.700.000 resultados en google en 0.5 segundos, con falsas promesas o indicaciones de largo ineficientes, un libro que empieza diciendo «Tampoco deberías tener este libro (…) si lo que buscas es una solución milagrosa» transgrede con lo que campa en internet. Puede parecer que están dispuestos a perder dinero fácil gracias a la desesperación; pero Julio y Juanjo dejan claro que «intentaremos que seas crítico, que seas escéptico y, sobre todo, que adquieras criterio«, a lo que dedican 191 páginas. No es dejar de ganar un dinero fácil que gana otra gente: es responsabilidad sanitaria.
Y a mí me recordó tantas consultas.
Me decepciona un poco – me han dicho alguna vez – cuando las propuestas dietéticas que hacía no se basaban en curar con limón o baños de sal, sino en fomentar el consumo de verdura porque es verdura, la fruta porque es fruta, y los frutos secos porque, simplemente, son frutos secos. En un mundo donde cualquier respuesta está a un click, las certezas de diluyen en la infoxicación. Por eso, este libro tenía que ser escrito.
No sustituye el consejo individual
Pero tampoco lo pretenden; como Juanjo y Julio, comparto la postura de UpToDate, tan olvidada por la #SanidadDesnutrida en España: «Es importante comer lo suficiente para permanecer lo más saludable y fuerte que sea posible«. Y matizo que quizá no es sólo comer suficiente, sino que también mejor.
El objetivo del abordaje dietoterapéutico en pacientes hemato u oncológicos es triple: mantener, asegurar y seguir probando. Mantener un buen estado nutricional, asegurar el aporte suficiente para llevar al estado nutricional al mejor caso posible (personalmente, propongo optar por una mejora del peso según el caso y la masa grasa, en lo cual difiero con otras compañeras y con un mensaje lanzado en el libro, lo cual podría llevar a un sanísimo debate) y seguir probando qué será lo que nos venga mejor. Porque nos puede venir lo mejor, o lo peor y hay que estar ahí.
Y esto, obviamente, debe adaptarse. ¿A quién? A la persona, a su contexto y a sus necesidades. Así de… ¿fácil? No, en ningún caso. Cada caso debe tratarse con detalle y mimo, y ni esto asegura salir de la incertidumbre. Por eso también este libro refuerza dos ejes básicos: empoderamiento (como capacidad de tener la información suficiente para tomar decisiones propias) y otorgar recursos (como ideas prácticas de la información anterior). Seguramente a nadie se le habría ocurrido probar tofu para enriquecer sin saborizar, o utilizar especias determinadas para potenciar unos sabores y olores concretos. Por eso, es cada vez más necesario que el consejo dietético deje de ser «coma de todo», sino que se base en un «coma mejor» rehogado de propuestas.
Por esto, el libro de Julio y Juanjo debía escribirse. Porque la incertidumbre va a seguir estando ahí, y es una brecha que puede infectarse de ayudas ineficientes aunque bienintencionadas, de pseudoterapias pseudocientíficas pero rentables y del característico consejo del primo del amigo.
Seguramente les critiquen que no tratarán como el /ayuno/ ha podido ayudar a /algunas personas/ a que toleren mejor un tratamiento [Inserte entre las barras cualquier síntoma y solución que se base en una mejora cualitativa, cuantitativa o terapéutica de la alimentación], pero olvidarán que quizá este libro se escribe para población general, y que especialmente (y vuelvo al principio) intenta generar escepticismo ante lo que se puede leer en internet.
Sobre todo, se olvidarán que no todo vale para todo el mundo, o que como personal sanitario no debemos elegir por la persona, sino proponer. La mejor pauta sigue siendo la que más se cumple. Basándonos siempre en una mejora cualitativa de la alimentación y en producto fresco, ya sea paleo, keto, vegan, de pirámide o del quinto sueño del séptimo gurú…, simplemente, comida.
Cáncer: la enfermedad con más bulos en internet
Hoy, 4 de febrero, es el día mundial contra el cáncer. Y este libro es uno de los mejores regalos que se podría hacer, a quien lo necesite: información que informa y no caduca, para el mayor apoyo de asociaciones y personas afectadas. Porque, recordemos y como citan Julio y Juanjo: el cáncer es la enfermedad sobre la que más bulos se difunden en internet y redes sociales. Y ya nos jode.
Hoy se hablará mucho de seguir investigando. Quizá también es hora de avanzar no sólo mirando hacia el horizonte, sino también bajando la vista al plato. Porque tan importante es lo que venga, como que un paciente que lo necesita pueda consultar a su Dietista – Nutricionista, ya sea en su hospital, en su centro de salud o en su asociación de referencia.
Algún día. Más pronto que tarde. Más nos vale.
Mientras, el próximo fin de semana estaremos haciendo lo que podamos. Y gracias Lucía por además de la generosidad de enseñarme, hacerlo juntas. Y por dejarme el libro 😛
https://www.instagram.com/p/BsvFmxzhk38/
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