El 15 de noviembre es el #DíaMundialSinAlcohol promovido por la OMS. A diferencia de otros días mundiales de, hoy se pide no consumir. Ayer fue el #DíaMundialdelaDiabetes, y se trataba de una conmemoración para la visibilidad, para la normalización; al contrario, hoy se busca visibilizar para su no-normalización. Y ahí vamos.
Hoy se pide probar un día en el que el alcohol no esté presente, romper nuestro eterno «que viva el vino«. Que no una semana, ni un mes, ni una vida. Porque, ¿tan grave es? Me remito al título, consejo habitual en cada vez más consultas; sabiendo (y es de sobra conocido) que la mejor cantidad es ninguna y que cualquier cantidad es nociva,… sí, claro, cualquier consumo es grave.
No hay espacio para tantos datos
El informe de la Asociación Americana de Oncología Clínica de hace una semana, o el posicionamiento de la Union European Gastoenterology sobre alcohol y cánceres en el aparato digestivo de este verano son sólo los últimos documentos a un problema con décadas de recorrido. Y no será porque no se avisó.
Cada minuto cuenta con seis muertes atribuibles al alcohol, cada hora y cada año. En lo que tardo en escribir esa frase (unos 10 segundos) el contador sube un número. Otro con esta frase. 3,3 millones de personas, según la OMS en 2014.
Pero es que de estos datos ya se ha hablado largo y tendido: No es cardiosaludable, no tiene beneficios, ni paz ni moderación, no es saludable, que ya basta, que su fomento es vergonzoso, una recomendación injustificable, no tiene ningún sentido y se ha recomendando por encima de nuestras posibilidades.
Por eso, esta entrada no quiere hablar de datos, porque ya se nos han repetido hasta la saciedad. Quiero señalar la historia de normalización, que va de la mano del «es que se ha comido toda la vida» para un bollo industrial, y por la que probablemente mucha gente se lleve las manos a la cabeza diciendo que ¡cómo un día sin alcohol!
¡Pero se sigue recomendando!
Ayer hablaba con Paloma Quintana de este tema y acertó mucho y muy crudo en el diagnóstico de por qué se seguía recomendando resumiéndolo en tres razones:
- Financiación
- Tradición
- Falta de actualización
Por desgracia, los últimos meses están repletos de ejemplos en esta línea. Aquí, aquí o aquí. Entidades creadas por un lobby financiando la imagen más irresponsable de las instituciones. Profesiones sanitarias compartiendo cama con terroristas de la salud, como la entidad oximorónica Cerveza y Salud. Igual que Pan Rico – Sociedad Española de Arterioesclerosis, y otras defendiendo lo indefendible con un discurso vacuo. ¡Es que deben de pagar muy bien y el AVE está muy caro!
La copa por la que no pasaba nada
Venga, esto seguro que lo has pensado. O dicho. Escuchado, seguro: ¡Bueno, por una copa no pasa nada! Yo lo he pensado, dicho y escuchado en algún momento de mi vida, seguro. Aunque ahora mi discurso ha cambiado, claro; igual que mi reacción al escucharlo de nuevo.
Es un reflejo de algo que se ha incrustado en la vida diaria. Está tan normalizado que es muy difícil saber cuánto consumimos y habiendo calculado que en 2011 consumimos 9.5 Litros de alcohol puro por persona, quizá sólo descubrimos un tercio del total real…, porque se asume.
Reproduciendo algo habitual en consulta: «¿toma café después de comer? Sí ¿Sólo, con leche? No, no, solo, ¿Y con algo más? Azúcar, ¿Y nada más? Bueno, le enseño la botella de…». Y nadie lo señala como algo potencialmente malsano, como puede ser tomar un refresco azucarado o un bollo industrial.
Está tan normalizado que la OMS sólo aspira a reducir su consumo un 10% en 2020. Por poner un ejemplo aproximado, en el caso de España la intención sería pasar de estos casi 10 L/persona/año de 2011 a aproximadamente 9 L/persona/año en 2020. Y esto asumiendo que sólo consumimos esa cantidad. Un golazo. Sólo aspiramos a consumir, pero menos: «The less alcohol you drink, the lower your risk of cancer» (campaña del CR-UK).
Por eso, reivindicar un día en tu año sin alcohol es tan necesario. Y sería más necesario reivindicar una semana, un mes o una vida: pero sólo aspiramos a consumir menos. Por eso reivindicar el mensaje de que la mejor cantidad de alcohol es ninguna es tan necesario.
Y sin embargo, pese a todos, el mensaje institucional es hipócrita, irresponsable, irreverente, innecesario y supone una losa; algún día y con suerte, cuando puedan más los datos y estadísticas que los billetes, se hablará de lo ciega que estuvo García Tejerina, de su falta de compromiso y lo inadmisible que es que esto siga aquí y así, promocionando una sustancia tóxica y adictiva:
Lo mejor de la vida sana es compartirla con buena compañía. Esta mañana, García Tejerina en @TurfZH con @BeerRunners_es como @JesusCalleja. pic.twitter.com/Yig887uMwg
— Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación (@mapagob) September 10, 2017
Al menos en España tenemos el grupo «Alcohol y alcoholismo» en la SEMI.
Y, para acabar, el tweet que más visibilidad debería tener hoy, de quien más ha divulgado sobre esta cuestión (¡gracias por tanto, Julio!):
Quien me llamó talibán por esto➜ https://t.co/eAjcUQvWkh o quien crea que @CriticaProcesal, @EBaladia y yo fuimos demagogos por esto➜ https://t.co/2oo5xcNC7i, que lea la recién publicada postura de @ASCO sobre alcohol y cáncer➜ https://t.co/EntwgorFmq pic.twitter.com/JliWGkjxdT
— 🏳️🌈Julio Basulto (@JulioBasulto_DN) November 10, 2017
Hoy deberíamos llenar las redes por un #DíaMundialSinAlcohol y de este vídeo:
javi36
Nunca he tomado alcohol, más allá de lo anecdótico en mi adolescencia. Nunca me gustó, simplemente. Me alegro infinito de no haberme aficionado, personalmente soy un absoluto convencido de lo perjudicial que es, gracias a gente como vosotros, que lo dejáis meridianamente claro. También soy un convencido de que posiblemente nunca se gane esa guerra a los lobbys. Se te ve enfadado ;), y va para largo, así que mejor tómate una copita… de relaxing café con leche.
Saludos, y como siempre, gracias.
Comocuandocomo
¡Hola Javi!
Un poco en mi versión enfurecida sí que estaba, pero más por frustración. Me corroe ver cómo un mal mensaje (y populista, aunque no me guste el término) cala tan profundo y luego quien dice de volver al origen, queda tachado como «loco». Especialmente cuando les pasa a compañeras y compañeros que van de la mano de las pruebas, contra la ignorancia.
Las copas, de agua. Las tazas, bien llenas de café con lo que quieras, mientras no sea alcohol o azúcar 😛
¡Gracias por pasarte y hasta el próximo! :3