Que si cáncer de tiroides, que si la angiogénesis, que si disrupqué de no-sé-cómo. Sobre la soja y el cáncer existen muchos mitos, pero me preocupa especialmente uno que campa a sus anchas en el mundo sanitario y es recurrente en campañas como la de últimos días a causa del #DíaMundialdelCáncerdeMama, pero que cada vez se va a ver más en otras.
No voy a entrar en cuestiones de prevención, porque ya lo hizo Lucía en su post «Soja y Salud, actualización«, específicamente para Endometrio, Colon, Próstata y Mama (incluyo: también ovario). En resumen: si te dijeron cuidao que la soja es cancerígena, te mintieron.
Sin embargo, el tema del post hoy es otro: ¿Y qué pasa con la soja… durante el tratamiento?
¿Qué es lo que ocurre con la Soja?
El mito parte de los fitoestrógenos (molécula con estructura similar al estrógeno, pero de origen vegetal – básicamente, sus isoflavonas) de la soja y preguntarnos: ¿Y si por su similitud se uniera a los receptores de estrógeno,… sería malo?
En realidad el mecanismo biológico que lanza esta hipótesis es plausible, y por ejemplo (por redundar en el ejemplo más conocido…) el cáncer de mama está relacionado con la cantidad de estrógeno circulante (de ahí que la obesidad sea factor de riesgo en mujeres posmenopáusicas), además existe una estirpe tumoral caracterizada por necesitar estrógeno para crecer (RE-positivos),… por lo que la restricción de fito-estrógenos (sean cuales fueren) parecería ser coherente. Ahora bien, nunca es tan sencillo.
[Podéis ver más sobre qué es/hace la soja/fitoestrógenos aquí, gracias a Miriam de Mi Pediatra Vegetariano.]
¿Es la cantidad de fitoestrógenos en la Soja suficiente para preocupar?
En realidad, no.
Cuando nos dio por estudiar la mayor parte de los mecanismos hormonales y no hormonales (que siguen en estudio en su mayoría) y poner en práctica los «¿y si…?», enchufamos dosis altísimas a ratas, imposibles de alcanzar en la dieta occidental. Es decir, no se puede hablar de efectos reales en la población occidental.
Y digo occidental porque la asiática por lo general consume entre 20 y 30 veces más soja, de muchas más formas distintas. Y, sin embargo, tampoco hay alarma para este consumo (aunque los datos no deberían ser aplicables de manera directa, sino sabiendo que habrá diferencias entre la tolerancia según qué población se estudie).
Curiosamente, el mito que justificaba cualquier nocividad partía de la base del uso de suplementos de fitoestrógenos en animales. Si a un humano le das su peso en algo, probablemente, y sin intención de hacer spoilers, algo ocurra (como mínimo, una diarrea, o algo peor).
El asunto: ¿tamoxifeno, anastrozol… y soja?
Ningún problema, y destacable uno de los mejores estudios en este campo hechos hasta la fecha, no hay interferencia con tamoxifeno o anastrozol. Es más, incluso en sus derivados (como los fermentados o texturizados, que a priori podrían tener mayor concentración de isoflavonas), será más preocupante para la salud (o el éxito del tratamiento) otros componentes que les acompañen; por ejemplo, la obesidad o el sobrepeso sí son problemas que pueden hacer que el tratamiento empeore, comer mal va a ser más relevante que ninguna cantidad de soja. Si se come mal y se va a peor, la culpa no será de que se-coma-mal-con-soja (a no ser que alguien consuma su propio peso en soja, pero entonces tendrá otros problemas más urgentes).
Otra cuestión ya serán los concentrados de proteína de soja, o los suplementos de isoflavonas comerciales, que han generado el enmascaramiento de resultados (eso era lo que concluía la AESAN en 2007). Pero, ¿restringir alimentos derivados de la soja o la propia soja? No. En palabras de Lucía, ¿y si asumimos que la Soja… es sólo una legumbre más?
Sin embargo, este consejo no sólo se le da a pacientes con Cáncer de Mama. Cada vez más me preguntan pacientes con tumores en colon y recto (curiosamente, no se escucha tanto en otros hormono-dependientes). La diferencia con los anteriores es que el mito no está tan «desarrollado», por lo que desbancar en qué se basa es más complicado, es dar palos de ciego. Sin embargo, repasemos algunas cuestiones…
¿Soja y… Colon?
Ya sabemos que el consumo de cualquier legumbre podría ser protectora del cáncer colorrectal. Pero, ¿qué pasa durante? Son pocos los estudios que tratan sobre progresión además de enfocarse en riesgo, pero de momento parece que no: recomendar no consumirlo parece no fundamentado y que podría ser un mal consejo, según resultados preliminares en marcadores tumorales de progresión o según rutas moleculares (que están estudiándose).
Y la verdad, sabiendo lo que sabemos sobre el consumo de carne (sea blanca, roja y/o procesada) y el cáncer, casi que consumir soja para disminuir el consumo de carne suena bien, ¿no? Y lo suena aunque no hablemos directamente de salud…
En conclusión
Recomendar o no un alimento por su composición en un nutriente es algo que se conoce como Nutricionismo. Pocas veces se acierta. Otras, requiere una mirada más profunda. Es como el eterno ejemplo de restringir arroz por el arsénico, cuando en Europa no hay riesgo considerable, tenemos agua potable para remojarlo/limpiarlo,… Mientras nuestros niveles de contaminación son alucinantes y provocan peor salud y calidad de vidapeor salud y calidad de vida, nadie hace nada y se sigue fumando en tasas relativamente altas.
¿Se puede consumir soja o sus derivados? Sí. ¿Interacciona con la farmacología en algún cáncer? No. ¿Todo vale? Tampoco; si queréis soja, tomad el alimento, y no sus suplementos.
Sarmale
Ole ahí.
Y qué foto más apetitosa de edamame.
Algún día habría que estudiar por qué tanta gente alarmada con la soja cuando se harta a comer carne alimentada con… ¡soja!
Comocuandocomo
Hola Olga, ¡gracias por pasarte y comentar! :3
En realidad, ya podríamos confirmar una hipótesis: lo nuevo asusta, y el sesgo de confirmación con lo nuevo es muchísimo más eficiente que con lo que estaba «de toda la vida», aunque no pensemos en el cómo, dónde, por qué tanto,… Las causas que dan como consecuencia lo que tenemos en el plato 😉
En fin, ¡so-ha!
¡Un abrazo y hasta el próximo!
Mimatuvidacocinandosano
Tengo antecedentes de cáncer de mama y de estómago… Suelo tomar café con leche de soja en ocasiones, porque es la única que suelen haber vegetal en cafeterías. Y siempre la tomo con algo de miedo…entonces…¿sin problema no?
Comocuandocomo
¡Hola, Mari! Gracias por pasarte y comentar 😉
Sin problema, sin duda alguna. La concentración que puede tener esa bebida vegetal de ningún compuesto es exigua. En cualquier caso, recuerda: que sea sin azúcar si lo puedes controlar (no sólo la bebida vegetal, también el propio café) 😀
Si lo que te preocupan son los antecedentes por un aumento del pronóstico o probabilidad de desarrollar esos tumores: come abundantes alimentos de origen vegetal, restringe o suprime embutidos, relega el alcohol todo lo que puedas…. Y no fumes. Mucho más efectivo que preocuparse de ese sorbo de café cortado 😛
¡Un abrazo y hasta el próximo!
Mimatuvidacocinandosano
Doy por hecho que te has equivocado, y te referías a que coma alimentos de origen vegetal. No como carne roja, y me limito a comer carne de pollo, pavo o conejo, y siempre que puedo eco. Las verduras, semillas, cereales integrales y legumbres, forman parte de mi día a día (puedes ver mis recetas en mi blog, me haría mucha ilusión que te pasaras).
Leche suelo tomar de avena eco, pero lo que te decía en alguna cafetería, pocas la verdad, tienen de soja, de ahí mi duda.
Ya que a nivel genético no puedo controlar que pasa por ahí dentro…que al menos yo no ayude a los bichitos a crearse o crecer, y azúcar, no uso. Cuando hago excepcionalmente algun bizcocho, uso panela ecológica, que aunque sé que sigue siendo azúcar, al menos no está refinada. Gracias y un saludo
Comocuandocomo
¡Toda la razón! Puse «animmal» en lugar de «vegetal», fallaco. Ya está corregido.
No debes preocuparte por esa leche de soja que puedas tomar de manera puntual (y aunque la tomases a diario, tampoco se podría considerar un factor de riesgo).
Como dices, no podemos «controlar» nuestra carga genética de base, pero sí que debemos tener en cuenta que la «epigenética» (modificaciones que sufre el ADN a su «alrededor» gracias al medio) también va a ser muy, muy relevante. Y ahí es donde la prevención juega un papel fundamental, especialmente en tumores de estirpes como mama y estómago (aunque hay muchos más). Por ejemplo, esto es por lo que la obesidad es factor de riesgo en ambos, ergo una situación de normopeso es lo más aconsejable.
¡Un saludo y gracias de nuevo por pasarte e interesarte! 😉
Beatriz
Hola,es la 1 vez q me animo a preguntar x aquí…
Y en el caso de hipotiroidismo?,tb en este caso,registren el consumo de soja,q hay de cierto???.
Gracias.
Comocuandocomo
Hola Beatriz, ¡gracias por pasarte y comentar! Ánimo, que para responder estamos 😀
La verdad es que ahí me pillas. En cuanto a cuestiones de hipo/hipertiroidismo voy algo perdido. Te recomendaría que contactases con una DN especializada.
Sí es cierto que parece que hay alguna interacción entre alimentos y eutirox, por ejemplo, por lo que se recomienda tomarla no con las comidas. Más allá de esto, deberías contactar con alguien especializado de verdad :C
Es probable que la restricción de soja venga del mismo origen, y que con productos como fermentados o derivados líquidos exista poco riesgo. Pero no te lo sé asegurar.
Disculpa mi ignorancia y enhorabuena por al menos haberte animado a preguntar. Para eso estamos 😉
¡Un saludo!
Silvia
Hola, mi duda tiene que ver con el hecho de que, mientras estudiaba en la universidad, en alguna clase se comentó que los fitoestrógenos podrían ayudar a mujeres durante la menopausia a suavizar los síntomas y otras cosas por el estilo. Es esto cierto? Gracias por tu respuesta y enhorabuena por el blog.
Un saludo
Comocuandocomo
¡Hola Silvia, gracias por pasarte y comentar!
Volvería a lo mismo del post, creo que ese tipo de afirmaciones requieren un análisis profundo de «utilidad»: ¿cuántos fitoestrógenos son necesarios para ese efecto? ¿Habría que empezar antes de la menopausia (tipo suplemento de ácido fólico – embarazo)? ¿Durante? ¿Variando? ¿De qué tipo de soja, derivados o concentrados?
Lo cierto es que no es mi especialidad, pero veo demasiado campo por leer como para poder ser tajantes con una parte de un alimento, cuando quizá estamos desaprendiendo aún del conjunto dietético que se le podría ofrecer a esa mujer.
En cualquier caso, aquí tienes un posicionamiento de la AEEM: http://www.aeem.es/documentos/guias/guia_final_040506.pdf Si buscas los conceptos que te pueden interesar quizá encuentras algún dato que te sirva.
¡Un saludo!
Lord Alce
Excelente entrada.
Hay una pregunta sobre hipotiroidismo y soja que, si bien existe literatura al respecto (pero que no aclara nada, en realidad, porque tan pronto hay estudios que dicen una cosa como otros que dicen la contraria), puedo contar mi propia experiencia (claro, cada organismo es un mundo, así que…): Tomo Eutirox (75) todas las santas mañanas, y un poco después (como veinte minutos), mi tazón de leche de soja. Y la mayor parte de los días, como una buena cantidad de soja hasta dormir 🙂
La cuestión es que, como diagnosticado de hipotiroidismo (eso sí, subclínico, o sea que… lo que decía antes de que cada organismo es un mundo), se me revisa todos los años, y los valores no han cambiado, tengo el asunto controlado, por lo que no veo relación perjudicial entre una cosa y otra.
Pero, claro, el mejor baremo es el resultado de los análisis. Si se come soja y se toma Eutirox y los valores van bien, todo correcto. Si no, hay que mirar la cuestión al detalle, porque pueden ser otros factores que no tengan (o sí) que ver con la soja; no obstante, en ese caso está claro que será el profesional médico quien tenga que analizarlo.
Comocuandocomo
¡Gracias por el comentario!
Es una cosa que se ha debatido estos días a raíz del post. ¿Y qué pasa con el hipotiroidismo? (que, lejos de ser mi especialidad y/o el tema del post, la gente lo está comentando porque hay una evidente controversia XD).
Personalmente, tiendo a pensar que es una cuestión de cómo interacciona eurotix con alimentación, en general y no específicamente soja. Más, cuando hablamos de la soja como un alimento más (no concentrados, aislados et al). Por eso ocurre lo que comentas: cero problemas, porque espacias la toma de eutirox y la ingesta que corresponda.
En cualquier caso, es una cuestión a caballo entre médica y dietética, por lo que ambos profesionales deberían valorar individualmente cada persona (también en la línea de lo que dices, vaya :D).
¡Gracias de nuevo por pasarte y echar un cable, Luis!
Mar
En mi caso con cáncer de ovario estadio 3 , operado histerectomia completa, tratado con quimioterapia, si que pregunte si podía tomar soja, y el oncologo me dijo que no dd por vida, y la gine me dijo que evitase componentes hormonales, que ciertamente desconozco a parte de la soja que más seria, he dejado hasta de usar aceites que lleven soja en su composición, y alimentos con lecitinas de soja , aunque no entiendo muy bien como con 38 años es sano tener reacciones de postmenopausica o menopausica, porque no se ni lo que soy.
Tan contraproducente sería?
Luis Cabañas
Buenas Mar,
Gracias por pasarte y comentar 🙂
No, no sería tan contraproducente, y aún asumiendo un escenario en el que la cantidad de fitoestrógenos fuera reseñable (que no lo es) aún tendrían que hacer su función salvando varias estapas metabólicas (el efecto del fitoestrógeno no es metabólicamente el mismo que el del estrógeno) y tomarse, por tanto, en una buena cantidad.
El fitoestrógeno es un gran ejemplo de una cosa que decimos mucho en alimentación: estadísticamente significativo, clínicamente irrelevante. Es decir: es cierto que existe un componente, pero en ningún caso en una cantidad suficiente como para provocar una respuesta. Es como el cianuro de las manzanas: habría que tomar sobre 150-160 para que el cianuro de sus semillas provocase efectos sobre tu cuerpo, y no oirás «¡no comáis manzanas, que tiene cianuro!» (el componente es estadísticamente significativo… pero clínicamente irrelevante).
Como digo más arriba: la cantidad de fitoestrógenos que tiene la soja no implica ninguna interferencia sobre los proceoss hormonales.
Ahora bien, si aún con esto en tu caso tuvieras reticencia, podrías comer sólo una ración de alimentos con soja al día. Pero incluso llegar al punto de evitar ingredientes, no tiene ningún sentido clínico ni tienes que ser tan restrictiva 🙂
Lo que ocurre en muchas ocasiones es que este mito está tan extendido y el día a día de cualquier sanitario en este campo está tan lleno de otras cosas, que este tipo de productos derivados de soja son el menor de sus problemas en cuanto a actualización em qué puede comer o no alguien, sobre todo porque no son productos tan habituales en la dieta occidental.
Un saludo!
Natalia
Agradezco mucho este post. Soy vegana de hace varios años, no tomo trigo ni procesados (fácil fácil al hacer la compra 🤣). He tenido cancer de mama y ahora estoy con el tamoxifeno… yo pensando… como me quiten el tofu mato!!!! Jajajjaja
Irma
Hola tengo cáncer de estómago puedo comer la soya texturizado?
Luis Cabañas
Sin problema, Irma